Estos merengues han quedado deliciosos! Me encantan los merengues porque son muy dulces y a la vez el toque de los pistachos le dan un toque diferente.
Se pueden conservar durante 3 días dentro de cualquier recipiente hermético.
Son muy muy sencillos de hacer y los ingredientes están siempre presentes en cualquier casa, por lo que podeis aprovechar cualquier momento libre que tengais.
Probadlos!
Ingredientes:
100 gr de pistachos pelados.
4 huevos.
240 gr de azúcar.
Preparación:
Precalentar el horno a 120 grados.
Horneamos 5 minutos los pistachos pelados. Los frotamos para desprender el exceso de piel y dejamos que enfrien en un cuenco o rejilla.
Con una picadora, trituramos finamente algo menos de la mitad de los pistachos, y el resto se pican con la ayuda de un montero para que queden trozos más grandes.
En un bol metálico, batimos las claras de huevo a punto de nieve con una batidora. Agregamos la mitad del azúcar poco a poco a cucharadas sin dejar de batir en cada adición, y el resto lo añadimos con los pistachos triturados mezclando con movimientos envolventes para evitar que bajen de volumen las claras.
Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y con una cuchara o una manga pastelera disponemos el merengue sobre el papel formando "bolas" separadas medio centímetro unas de otras. Esparcimos los pistachos picados por encima de los merengues para decorarlos.
Horneamos 1 hora y 1/2 controlando en todo momento el color del merengue. Si vemos que empiezan a dorarse muy pronto bajamos la temperatura. Puede que estén listos antes de terminar el tiempo, debido a que cada horno es difente. Cuando veais que están algo dorados y han quedado firmes, apagamos el horno y dejamos enfriar dentro de él para evitar que se agrieten.
Una vez frios, separamos los merengues del papel con cuidado y los servimos.
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